Este año he buscado un lugar diferente, medieval y único para tejer y celebrar el día mundial de tejer en público. Y además con compañía. Todo un lujo, en un parque enfrente de la muralla de Ávila con Juan Carlos, un virtuoso del crochet. La conversación animada nos ha hecho equivocarnos en algunos puntos y tener que deshacer y volver a tejer.
Como a Juan Carlos le conoce todo el mundo en Ávila, todo el que pasaba por delante nos saludaba. Además los grupos de turistas echaban piropos a nuestro trabajo.
Una mañana deliciosa. El próximo año mejor.